La carne vacuna tiene un alto contenido en proteínas (unos 24 g por 100 g). Es rica en hierro, zinc y vitaminas del grupo B. Debe utilizarse para animales con un buen rendimiento o sometidos a mayores exigencias, por ejemplo, en caso de enfermedad, gestación o lactancia. La carne vacuna también influye en la termorregulación, así que inclúyela en los meses de invierno.