El pollo es la carne más utilizada en la alimentación de perros y gatos. Es fácil de conseguir y tiene un coste bajo, por lo que es la más abundante en los piensos (tanto en BARF como en pellets). Desde el punto de vista nutricional, es dietética gracias a su bajo contenido en grasa, muy digestible y con un alto contenido en proteínas de calidad. También se valora por su relación entre fósforo y calcio.